Marca la diferencia, elige tu color


¿Sabías que los colores de tu alrededor pueden estar influenciando tus emociones y tu estado mental? ¿Sabías que ciertas tonalidades pueden irritarte o, por el contrario, relajarte y calmarte? Pues debes saber que los colores que te rodean sí que pueden tener un efecto en ti.

El color se asocia a las emociones de la persona y es una manera de influenciar el estado físico. Los estudios han demostrado que el rojo aumenta el ritmo cardíaco, lo que, a su vez, provoca un aumento de adrenalina y hace que los individuos se sientan enérgicos y entusiasmados.
Y es que no suena nada rara la afirmación de que los colores provocan un efecto emocional en nosotros. De hecho, forma parte de nuestro lenguaje cotidiano. En otras palabras, es común hablar de colores cálidos, como el rojo, el amarillo o el naranja, que pueden suscitar distintas reacciones, desde positivas (calidez) o negativas (hostilidad y enfado). O, por contra, también solemos hablar de colores fríos, como el verde o el azul, que suelen provocar una sensación de calma pero también tristeza.
Ya que todos estamos familiarizados con estos conceptos, la psicología del color se emplea en la vida cotidiana. Por ejemplo, cuando pintas tu casa y consideras qué colores quieres para tu hogar porque vas a pasar muchas horas allí dentro. Cuando haces eso, sueles tener en cuenta cómo te harán sentir las diferentes tonalidades: ¿un gris elegante para el salón? ¿Una cocina verde que se asocie a la primavera y la frescura? A lo mejor te gusta el yoga y la meditación y quieres una habitación blanca porque sabes que tiene un efecto relajante.
Esto son solo algunos ejemplos de cómo empleamos la psicología del color casi sin darnos cuenta.
"Elige tu color y comunica", Kallisaya.  

Fuente: Cultura Inquieta

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