¿Cómo pueden mis emociones afectar mi salud?


¡Mi mente y mi cuerpo están conectados! Y en ocasiones cuando estoy estresado, ansioso o molesto, mi cuerpo reacciona de una manera que puede indicar que algo no está bien.
Sucede, después de un evento en particular como un divorcio, despido laboral, mudanza, muerte de un familiar nuestro cuerpo responde con una dolencia. Sí, como el dolor de un músculo, de cabeza, sueño, úlcera en el estómago, etc.
Aspectos a tener en cuenta
La mala salud emocional puede debilitar el sistema inmunitario de su cuerpo. Esto hace que usted sea más propenso a tener resfriados y otras infecciones en los momentos emocionalmente difíciles. Además, cuando se siente estresado, ansioso o molesto, no puede cuidar de su salud tan bien como debería. Es posible que no sienta ganas de hacer ejercicio, comer alimentos nutritivos, o tomar un medicamento que le receta su médico. El abuso de alcohol, tabaco u otras drogas también puede ser un signo de mala salud emocional.
¡Te ayudamos!
En primer lugar, trata de reconocer tus emociones e identificar las causas para mejorar tu salud emocional.
Aquí los consejos:
Comunique sus sentimientos para sentir parte de alivio. Sin embargo, tenga en cuenta que su familia y amigos no siempre pueden ayudarlo a lidiar con sus sentimientos de forma adecuada. En estos momentos, pida ayuda a alguien fuera de la situación puede ser el psicólogo, consejero u otro.
Viva equilibrada. Concéntrese en las cosas que le generan alegría. Trate de no obsesionarse con los problemas en el trabajo, la escuela o el hogar que conducen a sentimientos negativos. Esto no significa que tenga que pretender ser feliz cuando se siente estresado, ansioso o enfadado. Es importante para hacer frente a estos sentimientos negativos, pero también trate de centrarse en las cosas positivas en su vida. Algunas investigaciones han demostrado que tener una actitud positiva puede mejorar su calidad de vida y dar un impulso a su salud. ¡Tómese un tiempo para disfrutar de las cosas que le gustan!
Desarrolle la capacidad de resiliencia, hacer frente al estrés de una manera saludable. La resiliencia puede ser aprendida y reforzada con diferentes estrategias. Estas estrategias incluyen tener apoyo social, mantener una visión positiva de sí mismo, aceptar el cambio, y mantener las cosas en perspectiva. Un consejero o terapeuta puede ayudarlo a alcanzar este objetivo con una terapia conductual cognitiva (TCC).
Calme la mente y el cuerpo. Los métodos de relajación, como la meditación, escuchar música, escuchar CD o mp3 de imágenes guiadas, hacer yoga y Tai Chi son formas útiles para lograr el equilibrio de sus emociones.

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